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Mostrando entradas de septiembre, 2014

Hacedores de libros

De la mano de Soledad Puértolas, en Madrid, y Eduardo Mendoza, en Barcelona, recorremos todas las fases del nacimiento de un libro Los pensamientos y las palabras de los dos escritores se encontraron, sin saberlo, casi a la misma hora en dos días distintos y en dos ciudades diferentes. A 504 kilómetros uno de otro salió a relucir el nombre de una de las personas para quien la Feria del Libro de Madrid (30 de mayo al 15 de junio del 2014) representaba algunos de sus días más felices. Ese nombre surgió poco antes de las dos de la tarde, primero en Madrid y 48 horas después en Barcelona. Dos de los pilares del mundo del libro en español y que los escritores Soledad Puértolas y Eduardo Mendoza recorrieron y descubrieron, cada uno en su respectiva urbe, hasta armar el puzle de la cadena de valor del libro: una industria con 81.000 títulos al año, unos tres mil millones de euros anuales de facturación y que representa la pata más sólida del sector cultural español al aportar más

Gastronomía literaria

El gran Gatsby' "Leer y comer van de la mano. Usamos la misma expresión, apetito voraz, para los platos que para la literatura". De esta premisa ha partido la directora de arte Dinah Fried, dueña de su propio estudio de diseño en Nueva York, para publicar la obra Fictitious Dishes (HarperCollins), donde El guardián entre el centeno es un sándwich de queso con batido de chocolate, La metamorfosis , de Kafka, un puñado de comida en proceso de descomposición, y Matar un ruiseñor , pollo al horno con uvas y verdura. En efecto, el libro emprende la noble tarea de traducir a menú gastronómico grandes clásicos de la literatura. Moby dick, Miedo y asco en Las Vegas o El gran Gatsby son algunas de los libros recreados en las cincuenta fotografías que componen el volumen.  ¿Quién no ha imaginado cómo sería ofrecer un plato de gachas a un indefenso Oliver Twist? He aquí un ejemplo del colorido trabajo de Dinah Fried.                                                       

El cerebro lector: últimas noticias de las neurociencias sobre la lectura, la enseñanza, el aprendizaje y la dislexia.

Introducción La nueva ciencia de la lectura Retirado en la paz de estos desiertos, con pocos, pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos. Francisco de Quevedo En este preciso momento, su cerebro está realizando una proeza asombrosa: está leyendo. Sus ojos analizan la página en pequeños movimientos espasmódicos. Cuatro o cinco veces por segundo, su mirada se detiene el tiempo suficiente para reconocer una o dos palabras. Por supuesto, usted no se percata de cómo esta información va ingresando entrecortadamente. Sólo los sonidos y los significados de las palabras llegan a su mente consciente. ¿Pero cómo es que unas pocas marcas de un papel blanco proyectadas en su retina pueden evocar un universo entero, como hace Vladimir Nabokov en las primeras líneas de Lolita?: Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta; la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos pala

Bestiario lingüístico

La autora Cervantes la cagaba. Lope también. Y Ballester, Delibes o Umbral, confundiendo, por ejemplo, espúreo, barbarismo del correcto espurio. Da miedo poner la siguiente palabra cuando se sabe que, inevitablemente, llegará el momento de cagarla. Como manual para salvarse de pisar estas deyecciones del lenguaje nace Las 101 cagadas del español (Espasa, 2014) del equipo de periodistas de Irazusta Comunicación, un compendio que pretende divertir y advertir de cómo tratar bellamente al castellano. Asumiendo, eso sí, que, como dice el verso, de cagar nadie se escapa, como recuerda María Irazusta, cabeza visible de este libro: “Todo el mundo tiene derecho a cagarla. Y todos lo hacemos. Solo que hay que intentar hacerlo lo menos posible”. El recorrido por estos deslices o errores garrafales es atrevido en cómo titula sus capítulos. Femeninos travestidos, Anglicismos a full, No te comas la coma o La Pacheca por el corral y la Bernarda por… son solo algunos de los 101 con los que es

Las víctimas del lenguaje

Ocho palabras que no deberíamos dejar morir:  Pazguato, apencar, yacer, correveidile, vedija...  Conceptos que definen o remedian modas actuales y que estamos perdiendo Una época se puede describir, de forma mucho más certera que la ropa o la cultura, a través de las palabras. Nacen respondiendo a la necesidad de ponerle nombre a algo que hasta entonces no existía y cuando ese algo se ve abandonado o, más frecuentemente, superado por algo parecido con matices, se pierden. Ese es el ritmo habitual del lenguaje. Sano, imparable y certero. Pero el proceso conlleva sus víctimas. Palabras en proceso de desuso terminal que definen conceptos que no deberían estarlo. La autora de 101 cagadas del español, María Irazusta, en ese papel de madrina lingüística que ejerce junto con sus colaboradores, Nacho Miquel y Acacia Nuñez, ha elegido ocho de ellas que nos ayudarían en este momento. 1. Pazguato, ta. Palabra al borde de la extinción para designar al memo, al simple, que se retr