Narrativa argentina. El tema del doble, los laberintos de la subjetividad y lo onírico pueblan el tercer libro de cuentos de Gustavo Di Pace. ¿Pueden entrecruzarse los sucesos de la vida real y los del mundo onírico? ¿Es posible vivir sin recuerdo ni registro de los sueños? Con estas preguntas juegan las historias de El chico del ataúd , tercer libro de cuentos de Gustavo Di Pace. Porque en estos relatos, el límite entre la llamada “realidad” y lo que los personajes nombran “lo otro” se vuelve al extremo borroso: los cuentos transcurren en un territorio que abarca no sólo el estado de vigilia, sino también el dormir y sus matices, la ensoñación. Y este territorio –que se extiende a la dimensión del misterio o lo sobrenatural– cuando la historia alcanza su desenlace, cobra valor de metáfora, redime, celebra. En “El chico del ataúd”, cuento que da nombre al volumen, los escenarios de los sueños de dos amigos –una ciudad fantástica, Wilde– se revelan permeables a la visita d...