Evítese el empleo del gerundio cuando acompaña a nombres con función de complemento indirecto o circunstancial.
Así, deben evitarse oraciones como «Abordé al presidente entrando en el Congreso» o «Terminaron todo, marchándose a su casa». En su lugar, debían haberse buscado otras formulaciones como, por ejemplo, «Abordé al presidente cuando entraba en el Congreso» y «Terminaron todo y se marcharon a su casa».
Son correctas, sin embargo, las oraciones en las que el gerundio está acompañado por un complemento directo, siempre y cuando el verbo principal sea un verbo de percepción: «Vi a Paco y Alberto andando por la calle» o «Un transeúnte vio a los ladrones intentando abrir el coche».
Fuente: Fundéu
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Así, deben evitarse oraciones como «Abordé al presidente entrando en el Congreso» o «Terminaron todo, marchándose a su casa». En su lugar, debían haberse buscado otras formulaciones como, por ejemplo, «Abordé al presidente cuando entraba en el Congreso» y «Terminaron todo y se marcharon a su casa».
Son correctas, sin embargo, las oraciones en las que el gerundio está acompañado por un complemento directo, siempre y cuando el verbo principal sea un verbo de percepción: «Vi a Paco y Alberto andando por la calle» o «Un transeúnte vio a los ladrones intentando abrir el coche».
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Necesito corregir unas oraciones con gerundio
ResponderEliminarAl Rey Mago
ResponderEliminarQuerido Rey Mago, hoy he decidido escribirte una carta. Imagino que estás muy harto de escuchar los mismos deseos una y otra vez, todos los años igual. Los que yo te pido son siempre muy parecidos, y nada, no hay manera, haces lo que te da la gana y con quien tú quieres, ¿por qué, Rey Mago? Te la voy a mandar fuera de fecha, con la esperanza ya perdida de que estés menos ocupado y puedas atender algunas de mis peticiones. Mira, haremos una cosa. Yo suelo pedirte siempre varios deseos, pero en esta ocasión solo quiero uno. Si lo haces realidad te prometo ser fiel discípulo tuyo, es más, te ayudare en tu reparto de deseos, seré tu fiel servidor de ilusiones.
Hace algún tiempo mientras sacaba a pasear a mis perrillos hablé con una persona, digamos que solo éramos coincidentes en algunos sitios, nada de amigos ni nada por el estilo. Su profesión era Misionero, sí, sí, de esos de verdad, de los que no llevan hábito, de los que cuando mueren y abren su testamento solo reparten miserias y penas. Comentando su misión me decía que en la mayoría de los pueblos de la India, país donde él residía, las carreteras no tienen puntos kilométricos de señalización, ni medianas, ni líneas continuas, nada de nada. Lo que si abundan son los niños, sobre todo niñas de corta edad caminando por las cunetas en todas direcciones, da igual donde mires, siempre ves alguno. Suelen ir casi desnudos, desnutridos, sin rumbo, solo andan con la mirada perdida intentando dejar atrás la terrible miseria que les rodea, sin saber que delante lo que les espera no será nada mejor. Me relataba con una mirada apagada que los padres vendían a sus hijos por unas monedas, como si de mercancía se tratase. Lo hacían, tal vez con la esperanza de que al cambio pudieran salvar al resto, nada más lejos de la realidad.
Yo te pediría, y es este mi deseo, que construyeras una carretera paralela a la realidad, donde todos, sin excepción de nadie: padres, políticos, iglesia, jueces, gobernantes etc. tuviéramos la obligación de caminar y mirar a esos niños sin poder girar la cabeza hacia otro lado, con la diferencia que en vez de sus rostros les pusiéramos los de nuestros conocidos, porque a fin de cuentas niños son todos ¿no? No sé si serviría de algo, pues dejé de creer hace mucho en las quimeras, aunque no del todo en las personas que con su esfuerzo y lucha consiguen pequeños movimientos.
Quedo impaciente de tu respuesta, esperando que empiecen esas obras tan ansiadas, y preparándome para ayudarte en ese reparto de deseos que como te prometí cumpliré sin dudar un solo segundo.
Por cierto Rey Mago ¿Dónde vives?, he de poner la dirección del destinatario y no quiero que esta carta llegue a manos equivocadas. No podemos perder esta oportunidad de cambiar algo, sería un buen ejemplo para todos.
¬
necesito corregir este parrafo:
ResponderEliminarDijo el tío Rolando que esta ciudad se está poniendo imbancable de tanta polución que tiene. Yo no dije nada para no quedar como burra pero de toda la frase sólo entendí la palabra ciudad. Después fui al diccionario y busqué la palabra imbancable y no está…
Precisamente ese mismo domingo a la tarde me lo dijo, aunque esta vez repitió tres veces por favor por favor por favor Beatriz a veces te pones verdaderamente insoportable, y yo muy serena, habrás querido decir que estoy imbancable, y a ella le hizo gracia, aunque no demasiada pero me quitó la penitencia y eso fue muy importante. La otra palabra, polución, es bastante más difícil. Esa sí está en el diccionario. Dice, polución: efusión de semen. Qué será efusión y qué será semen. Busqué efusión y dice: derramamiento de un líquido. También me fijé en semen y dice: semilla, simiente, líquido que sirve para la reproducción. O sea que lo que dijo el tío Rolando quiere decir esto: esta ciudad se está poniendo insoportable de tanto derramamiento de semen…
…Cuando se fue Rosita yo me quedé pensando y me pareció que el tío Rolando quizá había querido decir que la ciudad estaba insoportable de tantos espermatozoides (con zeta) que tenía.
Los correctores somos profesionales con formación académica, por lo tanto, cobramos por nuestro trabajo como cualquier otro profesional. Para realizar cualquier tipo de corrección se debe contactar a correctoresenlared@gmail.com para que se le realice un presupuesto. Muchas gracias.
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