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La voz de Tolkien

Hace más de 20 años se descubrió una grabación de J.R.R. Tolkien en un sótano de Rotterdam, pero el hombre que la encontró escondió la cinta. Hasta hace poco, solo él había escuchado la grabación. Pero ahora, yo soy uno de los afortunados amantes de la Tierra Media que ha escuchado esa grabación mágica, y afirmo satisfecho que es maravillosa. Así se comprueba de una vez por todas que el profesor Tolkien era, en realidad, mucho más hobbit de lo que se sospechaba. Además, se oye a Tolkien leer un antiguo poema en lenguaje élfico traducido al inglés por él mismo. Y lo que es más, explica sin rodeos el significado real de El Señor de los Anillos.

La grabación tuvo lugar el 28 de marzo de 1958 en Rotterdam en una Hobbit Dinner (cena Hobbit) organizada por la editorial holandesa de Tolkien y un librero. La propia editorial de Tolkien, Allen and Unwin, pagó su viaje hasta los Países Bajos para acudir a esta fiesta especial. Según se lee en sus cartas, el autor estaba encantado al ver que en Rotterdam había tanta gente "embriagada con los hobbits". Tolkien apareció en una sala donde 200 hobbit-fanáticos habían ido para oírle a él y otras charlas de expertos en la Tierra Media. El menú era extravagantemente tolkienesco: ensalada de huevo a la Cebadilla Mantecosa, verduras con Baya de Oro y sopa de Maggot (sopa de champiñones llamada así por el granjero Maggot). Además, una empresa tabacalera holandesa distribuyó en las mesas pipas de cerámica y tabaco con el nombre Old Toby [viejo Toby] y Longbottom Leaf [Hoja del Valle Largo], lo cual gustó mucho a Tolkien, apasionado del arte de fumar hierba en pipa.

Con esa voz que hechiza el tiempo Tolkien dice:


Veo hacia el este, oeste, norte, sur y no veo a Sauron. Pero veo que Saruman tiene muchos descendientes. Nosotros hobbits no tenemos armas mágicas para luchar contra ellos. Sin embargo, mis gentiles hobbits, hago un brindis. Que sobrevivan a los sarumans y vean la primavera de nuevo en los árboles.



Se han recogido todo tipo de comentarios sobre el acontecimiento a lo largo de los años, pero, por desgracia, nadie se molestó en transcribir exactamente lo que Tolkien dijo. Probablemente Christopher Tolkien tenga las notas del discurso de su padre, ya que en la biografía de Humphrey Carpenter aparece un pequeño fragmento ligeramente modificado. Por suerte, ahora sabemos que alguien se encargó de grabar íntegramente el evento. Esta cinta fue descubierta en 1993 por un holandés llamado René van Rossenberg, un experto en Tolkien que posee una tienda en su país dedicada a todo lo relacionado con la Tierra Media (Tolkienshop.com). ¿Y por qué no se la ha enseñado a nadie hasta ahora?

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"Como Smaug, estoy guardando mi tesoro, y así se lo silbo a cualquier coleccionista que se acerque", afirmó hace poco como respuesta a mi email. Afortunadamente, un experto de la Tierra Media llamado Jay Johnstone, uno de los fundadores de la web de fantasía y ciencia ficción Legendarium.me, indagó y descubrió que van Rossenberg tenía en su posesión la cinta, y le convenció para que abriera el baúl. "Estoy deseando compartir con todos los aficionados de Tolkien la inmensa alegría que sentí cuando escuché por primera vez la grabación y oí el genial discurso de Tolkien", añadió van Rossenberg.

Legendarium y la web de Tolkien MiddleEarthNetwork.com se han unido con van Rossenberg a través del Rotterdam Project con el fin de obtener tanto reconocimiento como fondos para remasterizar la grabación original, narrar el acontecimiento y difundirla para que llegue a todo el mundo. "Cualquier novedad sobre Tolkien siempre es emocionante", dijo Tom Shippey, autor de J.R.R. Tolkien: autor del siglo, "y el Proyecto Rotterdam lo es especialmente. Se trata de un discurso de Tolkien, en sus primeros años de éxito por El Señor de los Anillos, entre amigos, disfrutando, y con la capacidad de hablar libremente".



tolkien
Esta fotografía, tomada la noche de la cena Hobbit en Rotterdam, muestra a Tolkien con su característico chaleco. Sin duda, Tolkien ya se había tomado una pinta o dos antes de acercarse al micrófono frente a su séquito de fans en los Países Bajos. He estudiado muchas fotos de Tolkien a lo largo de los años, pero esta es una de mis favoritas. Fíjate en el garbo con el que apoya la mano derecha en la cadera. Su sonrisa alegre y a la vez irónica es la de un orador con aptitudes que sabe cómo manejar a su público. Este el tipo de hombre con el que te gustaría recorrer los condados británicos (y hasta Rotterdam).

Al principio de su discurso, Tolkien está muy animado y suelta bromas de una forma en la que nunca le habíamos oído hacerlo. Más que a un catedrático ultraserio de Oxford, como la mayoría de la gente lo conoce por sus escasas grabaciones, aquí oímos a un Tolkien del estilo de Bilbo recién salido del capítulo Una Reunión Muy Esperada. Incluso hace referencia al famoso centesimodecimoprimero cumpleaños como parodia del discurso de despedida de Bilbo. La voz alegre del autor, con su brusco y rico acento, baila alrededor de tu cabeza como la canción de un hobbit. Tal y como una vez dijo un antiguo alumno suyo, este profesor "podía convertir un aula en un festín medieval".

Tolkien agradeció a los hobbits reunidos el haberle preparado la mayor fiesta de su vida. Habló con mucha modestia sobre su creación El Señor de los Anillos, de la que dijo que era poca cosa, pero suya propia. No podía creer que la gente quisiera oír su autobiografía tras la cena. Así que se puso a explicar la construcción de su gran obra narrativa, afirmando que el anillo es un mecanismo para que "el tictac del reloj vaya rápido". Luego, explica básicamente de qué van los libros, algo a lo que solo había hecho referencia una vez en una carta, pero que resulta incontrovertible en este discurso. ¡Si quieres saber exactamente lo que dice, tendrás que oírlo por ti mismo!

Llegados a cierto punto, lee un poema en élfico, y bromea con que los hobbits se aterrorizaban siempre que alguien amenazaba con recitar poesía en una fiesta. Introdujo el poema diciendo que hacía casi veinte años desde el día en que empezó a trabajar en El Señor de los Anillos. Su voz meliflua da vida al idioma imaginario como una escritura sinuosa en mithril plateado grabada en nuestra mente:

Han corrido veinte años por el largo río

Y jamás volverán a por mí desde el mar

Oh, los años en los que mirando a lo lejos vi el pasado lejano

Cuando los plácidos árboles florecían libres en un ancho campo

Y así ahora todo empieza a marchitarse

Con el aliento de los hechiceros desalmados

Que, para conocer algo, lo rompen

Y su autoridad severa la establecen

Con el miedo a la muerte


Tolkien se había pasado la tarde paseando por Rotterdam, una ciudad que había sufrido mucha destrucción durante la Segunda Guerra Mundial. La visión de todo aquello le entristeció, recordándole los comportamientos de orco que se habían apoderado del mundo. Los hechiceros desalmados, en su búsqueda de conocimiento y poder, solo sabían destruir cosas. En su saludo final a la asamblea de amantes de los hobbits, Tolkien dijo que Sauron había muerto, pero que los descendientes de su odio y de su magia contaminante estaban en todas partes. Los hobbits del mundo no tienen armas mágicas para combatirlos, pero, añade con una afirmación rotunda y esperanzada:

"Aquí concluyo, gentlehobbits, con este brindis: ¡Por los hobbits, para que sobrevivan a todos los hechiceros!"

La cena Hobbit en Rotterdam fue la primera de este tipo, y también la última. Tolkien no volvió a asistir a otra fiesta así en su honor. Pero ahora tenemos la prueba de lo que ocurrió en esa maravillosa noche y de lo que dijo el genial autor. El sonido de la voz de Tolkien, como sus palabras, sobrevivirán a la muerte.



Fuente: Huffingtonpost.
Traducción de Marina Velasco Serrano

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