Todo es más divertido en forma de cómic, eso lo hemos comprobado todos en algún momento de nuestra vida. Ejemplo de ello son los carteles que solemos encontrar en los centros médicos con viñetas explicativas, o las representaciones de momentos históricos transformando espesos párrafos en épicas escenas. Quizás el germen de la idea de Naif Al-Mutawa, un psicólogo kuwaití, fuese por este camino cuando se le ocurrió representar en cómic algunos conceptos del Islam.
Concretamente se trata de una historia entorno a los 99 atributos de Allah, Al-Asmā' al-Husnà ("los nombres más hermosos"). Una denominación bajo la que se encuadran 99 formas de referirse a dios en el Islam, y que en gran parte se trata de títulos que hacen referencia a atributos divinos. ¿Cómo encaja esto con un superpoderes y villanos? Pues de una manera bastante alucinante. Veamos quiénes son los 99 de Al-Mutawa y cuál es la intención del autor con este cómic.
El poder de la sabiduría
Si bien el número y el contexto pueden esbozar la naturaleza del mensaje, en realidad la historia de este cómic de Teshkeel no menciona en ningún momento nada referente a la religión, no al menos de manera directa. Por ejemplo, es a Mahoma (Mujámmad) a quien se atribuye el jadiz (dicho) de "Dios tiene noventa y nueve nombres, cien menos uno. Quien los cuente entrará en el Paraíso. Él es el singular, y le gusta el non", pero tampoco hay ninguna referencia al profeta.
No obstante, como cabe pensar los valores de este credo (algunos comunes a otros, como ayudar al prójimo o procurar el bien) están presentes a lo largo de la historia. Una trama que empieza en un sitio que nos será muy familiar: Sevilla. Emplazamiento elegido por ser una de las ciudades importantes durante el al-Ándalus, y donde el autor ubica Husn Al-Ma'rifa, un templo en el que transcurre parte de la historia y cuya cúpula principal tiene mucha importancia en la misma.
A este lugar acudió cuando era un niño el Dr. Ramzi Razem, quien gracias a las historias de un sabio redescubre la de unas poderosas gemas (Noor Stones) en las que centrará sus estudios y su vida. Un total de 99 piedras cuyo poder se debe a la alquimia de los escribas de la antigua biblioteca de Baghdad, que practicaron con intención de que se conservase la sabiduría de los libros tras la invasión mongol y la destrucción de la misma.
La única referencia a un poder superior ocurre cuando la historia de las gemas ya ha traspasado las fronteras de oriente y ha llegado a España entre otras localizaciones. Sin mencionar nada en referencia a una deidad o a alguna manifestación parecida, sí se da un milagro y una iluminación en su doble sentido (físico y relativo al conocimiento). Pero en todo momento la clave son los poderes de las gemas y, más concretamente, de sus poseedores.
Los X-Men del Corán
Así, la historia gira entorno a los 99 poseedores de estas piedras mágicas (cuyo nombre viene de Ahjar Al Noor, gemas de la luz). El primer cómic, que podéis descargar de manera gratuita, es la presentación de estos particulares superhéroes que en algún momento de su vida se encuentra con una de estas gemas y, de mejor o peor modo, percibe que algo ocurre con ellas. Hasta que dan con el Dr. Ramzi o alguno de los portadores, quienes le guiarán y aconsejarán para controlar los poderes.
Pero, ¿qué poderes vemos en un cómic basado en las virtudes de Allah? En común con el resto de superhéroes más habituales (como los de Marvel o DC), los 99 también buscan hacer el bien y tienen sus villanos como el Profesor Mildo o Blackwolf liderados por Rughal. Así, la relación con los nombres de Allah es que éstos hacen referencia a las virtudes del mismo, siendo algunas el poder, la fuerza o la verdad.
De este modo, cada personaje recibe un nuevo nombre cuando entra a formar parte de los 99. Éste es en árabe y está inspirado (o directamente tomado) de la expresión en dicho idioma referida al poder que el individuo haya desarrollado al poseer la gema mágica. Éstos son algunos de ellos:
Jabbar El Poderoso: apodo en referencia al décimo nombre Al Yabar (Al-Jabbār, El Dominador). Se trata de Nawaf Al-Bilali, de Arabia Saudí, y su poder es la fuerza sobrehumana.
Noora La Luz: nombrada así por el nonagésimo tercer atributo Al Nur (An-Nūr, La Luz). Es Dana Ibrahim de Emiratos Árabes y su habilidad especial es proyectar la luz de varias maneras y ver "la luz" o "la oscuridad" de las personas (saber la verdad sobre ellas). Como el resto de poseedores de las gemas mágicas, poco a poco irá descubriendo su poder:
Darr El que aflige: corresponde al a virtud nonagésimo primera Al-Darr (Aḍ-Ḍārr, El Creador de lo que hace daño), y se trata de John Weller, de Estados Unidos. Esta vez es un poder que sí parece más propio de los superhéroes habituales y que de hecho vemos que no empieza con buen pie, pero pronto es tutelado por el Dr. Ramzi y el resto. En este vídeo Darr cuenta su historia a Noora (en inglés):
Jami El Ensamblador: por el octagésimo séptimo nombre Al-Yami (Al-Jāmi', El Reunidor). Es el húngaro Miklos Szekeljhidi y es una especie de ciborg cuya virtud es la ingeniería de la intuición.
Mumita La Destructora: correspondiente con el sexagésimo segundo atributo Al Mumit (Al-Mumīt, el que quita la vida). Como ocurría con Darr, en el caso de la portuguesa Catarina Barbosa también tiene unos inicios en el otro lado con su gema hasta que es rescatada por los de Ramzi. Con ese nombre su poder no podía ser otro que poder destruir cualquier cosa. En este clip vemos cómo entrenan Mumita y Jabbar:
Fattah El Abridor: por el decimonoveno nombre Al Fataj (Al-Fattāḥ, El que abre los corazones a la fe y el conocimiento). Se trata de Toro Ridwan, de Indonesia y se poder es abrir portales interdimensionales para viajar a través de ellos al lugar que quiera.
Hadya La Guía: apodo en referencia al nonagésimo cuarto atributo Al Hadi (Al-Hādī, El Creador de la guía). Su nombre real es Amira Khan, es de Pakistan y tiene la capacidad de crear mapas.
Musawwira La Organzadora: por la decimocuarta virtud Al Musáwir (Al-Muṣawwir, el formador). Es Abena "Liza" Dagate, de Ghana, y es capaz de tornar en orden el caos.
Como vemos se trata de personajes de muchas localizaciones distintas, de modo que el autor así también transmite la pluralidad y la concordia entre distintas culturas y procedencias. Eso sí, debido a la norma de que no puedan representarse el conjunto entero de los atributos de Allah, se sobreentenderá que hay 99 héroes, pero nunca los veremos representados en su totalidad.
De las viñetas a la animación
La creación de Al-Mutawa no sólo se encuentra en formato de cómic, sino que tiene también su propia serie de animación producida por Endemol (la misma productora de Gran Hermano). De ello se hizo eco The Telegraph, que además publicaba comentarios del autor explicando que su intención es que los niños musulmanes tengan a unas figuras que admirar más correctas.
Me chocó el que hubiese personas que se criaron teniendo a Saddam como un héroe, como un modelo único de conducta [...]. Decidí que el mundo árabe necesitaba mejores modelos.
Mutawa espera que su serie se universalice pero no es un camino para nada fácil, relacionado con lo que comentábamos en el apartado anterior con respecto a las normas restrictivas acerca de la representación de ciertos conceptos del Islam. En un documental que la PBS hizo sobre el cómic y su creador, "Wham! Bam! Islam!", el autor explica que se trata de una alabanza a las virtudes de Allah sin que se personifiquen, pero esto no tiene siempre una buena acogida. Ejemplo de ello es el comentario que recogen de un comerciante:
Dar el nombre de Allah a personas está prohibido. Sugerir que hay humanos con el poder de Allah está mal. ¿Qué hay del Islam en todo eso?
De hecho, los libros fueron prohibidos en Arabia Saudí por parte del Ministerio de Información, catalogándolos como subversivo. Aunque lo más grave es que por intentar modernizar los métodos se vea en la situación de ser el blanco de grupos como el ISIL, que amenazó públicamente al autor en 2014. Una propuesta arriesgada de Al-Mutawa, que persiste en su cometido y mantiene la disponibilidad tanto del contenido como de la página web, en la que deja claro su convencimiento y sus intenciones dirigiéndose directamente a los padres.
Fuente: Anna Martí para Magnet
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