El punto (.) señala la pausa que se da al final de un enunciado. Después
de un punto -salvo en el caso del utilizado en las abreviaturas- siempre se
escribe mayúscula.
Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y el punto final.
a) El punto y seguido separa enunciados que integran un
párrafo. Después de punto y seguido se continúa escribiendo en la misma línea.
Si el punto está al fin de renglón, se empieza en el siguiente sin
dejar margen. Por ejemplo:
Salieron a dar un breve paseo.
La mañana era espléndida.
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b) El punto y aparte separa dos párrafos distintos, que
suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos diferentes.
Después de punto y aparte se escribe en una línea distinta. La primera línea
del nuevo párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo
componen, es decir, ha de quedar sangrada. Por ejemplo:
El mar estaba embravecido aquel
día. Los barcos bailaban sobre el agua sorteando las olas con dificultad.
Miguel, sentado en el muelle, esperaba el regreso de su padre. Atisbaba el
horizonte buscando ansioso su barco con la mirada.
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El punto se utiliza
también después de las abreviaturas.
Ejemplos:
Ejemplos:
Sra., Excmo., Cf.
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A menudo es necesario combinar el punto con otros signos que también
cierran períodos, como son los paréntesis o las comillas. En estos casos, se
coloca el punto siempre detrás de las comillas, corchetes o paréntesis de
cierre. Por ejemplo:
Sus palabras fueron estas: “No quiero volver a verte”. Después
cerró de golpe la puerta de su casa. (Creo que estaba muy enojada).
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Los títulos y los subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de
arte, etc., cuando aparecen aislados, no llevan punto final. Ejemplos:
El llano en llamas
La Venus del espejo
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