Existen dos sistemas básicos para representar los números mediante signos: la numeración arábiga y la romana. Pero también los números pueden ser representados mediante palabras, en este caso se las llama numerales.
Para escribir correctamente números de más de cuatro cifras, se agruparán estas de tres en tres, empezando por la derecha y separando los grupos por espacios en blanco y no por puntos y comas. Veamos: 8 327 451, pero si el número tiene cuatro cifras se escribe sin espacio de separación: 8327.
Nunca se escriben con puntos, comas ni blancos de separación los números referidos a: años, páginas, portales de vías urbanas, códigos postales, apartados de correo, nº de artículos legales, decretos o leyes: año 2001, página 3142, código postal 28357.
La numeración romana se basa en el empleo de siete letras mayúsculas del alfabeto latino, a las que corresponde un valor numérico fijo. Para escribir correctamente un número utilizando este sistema, es necesario tener en cuenta lo siguiente:
Cuando los números se refieran a sustantivos escritos en minúscula, se recomienda escribirlos en versalitas o en versales: siglo V, páginas XIX.
También cuando se refieran a sustantivos escritos con inicial mayúscula: Alfonso X.
Cuando los números romanos se usan con valor ordinal, no deben acompañarse de letras voladas: *tomo VIº por tomo VI.
Los números romanos solo se usan en los siguientes casos:
En monumentos o lápidas conmemorativas, para indicar los años.
Para indicar los siglos.
Para indicar las dinastías en ciertas culturas: Los faraones de la XVIII.
En series de papas, emperadores y reyes: Juan XXIII, Napoleón III.
En la numeración de volúmenes, tomos, partes, capítulos o cualquier otra división de una obra asi como en la numeración de actos, cuadros o piezas teatrales: tomo I, capítulo II, libro III.
En la denominación de congresos, campeonatos, certámenes, festivales: XXIII feria del libro de Buenos Aires.
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