Hoy vamos a tratar un error muy frecuente de la lengua escrita de carácter administrativo, periodístico, jurídico y técnico que debe ser evitado. Nos referimos al empleo de las formas el mismo, la misma, los mismos, las mismas con valor pronominal anafórico (para referir a un elemento citado con anterioridad en el discurso).
Ejemplo: *Luego de la lectura del expediente, se procedió a la aprobación de cada uno de los puntos incluidos en el mismo.
Las formas el mismo, la misma (y sus plurales) expresan identidad o igualdad. Veamos:
Juan tiene el mismo carácter que su madre.
Los adjetivos mismo, misma y sus plurales pueden ser utilizados también para reforzar y enfatizar el significado de la palabra (sustantivo, pronombre, adverbio) que acompañan, como en el siguiente ejemplo:
Lo hizo ella misma.
Por lo tanto, las formas en cuestión pueden ser reemplazadas por un pronombre personal, un determinante posesivo o simplemente por nada.
Reemplazamos entonces el uso incorrecto del primer ejemplo:
Luego de la lectura del expediente, se procedió a la aprobación de cada uno de los puntos incluidos en él.
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