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Nochebuena con el avaro señor Scrooge



Un cuento de Navidad, Charles Dickens

"...Para empezar, digamos que no existía duda alguna de que Marley estaba muerto. El registro de su defunción había sido firmado por el capellán, el escribano, el director de la funeraria y el encargado del cementerio. Scrooge lo firmó también, y su firma era digna de crédito en cualquier documento donde se viera estampada, pero..."




"...Cuando estaba apoyando la mano en el picaporte, una extraña voz lo llamó por su nombre y lo invitó a entrar. Scrooge obedeció. Era su propia sala. No cabía ninguna duda al respecto.Pero había sufrido una transformación sorprendente.


Esta obra fue escrita en 1843, se trata de una novela corta con claros toques góticos y fantasmales en su trama.  Narra la Nochebuena de un hombre avaricioso y miserable, Ebenezer Scrooge, obligado a enfrentarse con sus fantasmas interiores, personificados en tres espíritus: el espíritu de las navidades pasadas, el espíritu de las navidades presentes y el terrible espíritu de las navidades futuras. El anciano se dará cuenta de los terribles errores cometidos y del terrible futuro que le espera, por lo que cambiará recuperando la bondad y generosidad de su alma.
El autor

Charles Dickens combinó con maestría en su extensa obra , humor, sentimiento trágico e ironía con una ácida crítica social y una aguda descripción de gentes y lugares, tanto reales como imaginarios. Nació el 7 de febrero de 1812, en Portsmouth, y pasó la mayor parte de su infancia en Londres y Kent, lugares que aparecieron con frecuencia en sus obras. 
Comenzó a asistir a la escuela a los nueve años de edad, pero sus estudios quedaron interrumpidos cuando su padre, un pequeño funcionario afable pero despreocupado, fue encarcelado, en 1824, por no pagar sus deudas. El joven Charles se vio obligado, pues, a mantenerse por sí mismo, y entró a trabajar en una fábrica de tintes. Esta desagradable experiencia, que más tarde describiría, sólo levemente alterada, en su novela.


David Copperfield (1850), le produjo una sensación de humillación y abandono que le acompañó durante el resto de su vida. Entre 1824 y 1826 asistió de nuevo a la escuela, aunque la mayor parte de su educación fue autodidacta. Entre sus libros favoritos se encontraban los de algunos de los grandes novelistas del siglo XVIII, como Henry Fielding y Tobias Smollet, cuya influencia se puede percibir con claridad en sus propios escritos. En 1827 consiguió un trabajo como secretario legal y, tras estudiar durante un breve periodo de tiempo el oficio, se convirtió en periodista en el Parlamento, lo cual le habituó a realizar precisas descripciones de hechos, cualidad que aplicaría posteriormente a su obra narrativa. En esa época conoció a María Beadnell, y se enamoró de ella, pero su familia lo rechazó como pretendiente de la joven, por lo que, tras cuatro años de relaciones, se separaron. Para entonces, él ya estaba trabajando como reportero en una publicación de su tío, The Mirror of Parliament, y para el periódico liberal The Morning Chronicle. 

En diciembre de 1833, Dickens publicó, bajo el seudónimo de Boz, la primera de una serie de breves y originales descripciones de la vida cotidiana de Londres en The Monthly Magazine, una revista que editaba su amigo George Hogarth. Tras ello, un editor de la ciudad le encargó un volumen de nuevas notas en este estilo, que debían acompañar a las ilustraciones del famoso artista George Cruikshank. El éxito de este libro, titulado Los apuntes de Boz (1836), le permitió al novelista casarse con Catherine Hogarth en ese mismo año, y le animó a preparar una colaboración similar, esta vez con el conocido artista Robert Seymour. Cuando Seymour se suicidó, otro artista, H. K. Browne, apodado Phiz, que realizaría más tarde muchas de las ilustraciones de los últimos trabajos de Dickens, ocupó su lugar. El resultado de esta colaboración fue Papeles póstumos del club Pickwick (1836-1837), una obra en un estilo muy próximo al de los cómics, cuyo éxito consolidó la fama del novelista, e influyó notablemente en la industria editorial de su país, pues su innovativo formato, el de una publicación mensual muy poco costosa, marcó una línea que siguieron otras editoriales. La fama que le había producido este curioso proyecto se vio ampliada por las siguientes novelas que fue publicando. Hombre de enorme energía y talento, se dedicó a otras muchas actividades. Editó los semanarios Household News (1850-1859) y All the Year Round (1859-1870), escribió dos libros de viajes, Notas americanas (1842) e Imágenes de Italia (1846), administró asociaciones caritativas y luchó porque se llevaran a cabo reformas sociales. En 1842, impartió seminarios en los Estados Unidos en favor de un acuerdo internacional sobre propiedad intelectual y en contra de la esclavitud. 


En 1843 publicó Canción de Navidad, que se convirtió rápidamente en un clásico de la narrativa infantil. Las actividades extraliterarias de Dickens incluían la gestión de una compañía teatral que funcionó hasta la subida al trono de la reina Victoria, en 1851, y las lecturas de sus obras en Inglaterra y en Estados Unidos. Sin embargo, todos estos éxitos se vieron empañados por sus problemas familiares. La incompatibilidad de caracteres y la relación del autor con la joven actriz Ellen Ternan, llevaron a la disolución del matrimonio, en 1858, fruto del cual habían nacido diez hijos. Murió el 9 de junio de 1870 y fue enterrado cinco días más tarde en la abadía de Westminster. A la vez que maduraba artísticamente, sus novelas se habían ido transformando de cuentos humorísticos, en la línea de Los papeles del club Pickwick esta obra fue traducida al español del francés por Benito Pérez Galdós (1868) ya que el autor español no sólo admiraba a Dickens sino que le consideraba como uno de sus maestros y Nicholas Nickleby (1837-1838), en obras de gran relevancia social, análisis psicológico y enorme complejidad narrativa. Entre sus obras más representativas se encuentran Casa desolada (1853), La pequeña Dorritt (1857), Grandes esperanzas (1861) y Nuestro amigo común (1865). 



Los lectores del siglo XIX y de comienzos del XX apreciaban más las primeras obras del autor, por su sentido del humor y su trasfondo trágico. Pero, aún reconociendo las cualidades de esta narrativa temprana, los críticos literarios de hoy en día sitúan por encima de ella a las obras de madurez, por su coherencia formal y su aguda percepción de la condición humana. Otras obras destacadas son Oliver Twist (1839), La tienda de antigüedades (1841), Barnaby Rudge (1841), Martin Chuzzlewit (1844), Dombey e hijo (1848), Tiempos difíciles (1854), Historia de dos ciudades (1859) y El misterio de Edwin Drood, que quedó incompleta. 



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