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Seguimos disfrutando de la obra de este fabuloso ilustrador francés con sus libros El Herbario de las hadas y La niña silencio, sobre el maltrato infantil, ambas publicadas por Edelvives.


"¡Para conocer mi visión de las hadas hay que leer el libro!, asegura. Quise separarme de la imagen típica de las hadas, que se dibujan siempre como seres finos y delicados con típicas alas. No quería eso en absoluto. Decidí hacer criaturas, seres raros, vinculados a la flora, a las plantas y con un vocabulario propio. Ha sido un trabajo de creación pura, con el que he querido separarme de las reglas establecidas".



En cuanto a su forma de reflejar el maltrato infantil, nos confiesa que se ha acercado al tema: "Con sencillez y no de una forma fuerte, ni con “sobrepuja”. En este tema hay que contenerse mucho y trabajar el aspecto simbólico: he dibujado una jaula con pájaros, que simbolizan el secreto, y una boca cosida y, cuando la niña habla, los pájaros salen volando. He querido abordarlo con poesía y contención, y en absoluto dibujando una niña con cardenales o una mano golpeando".

"Uno no se ríe todos los días"

Contrariamente a otros ilustradores de cuentos, es difícil ver sonreir a sus personajes, lo que les da un aire de melancolía, pero Lacombe le resta importancia: "Es verdad que mis personajes no sonríen constantemente enseñando todos los dientes, pues en mi opinión la vida es así; uno no se ríe todos los días. Los personajes pasan por momentos distintos. Es verdad que soy un poco melancólico, pero no es ni mucho menos una constante".


En cuanto a sus referencias, asegura que le influyen: " La vida en general y la gente que conozco. Por ejemplo, me inspiré mucho en Sébastien Perez para dibujar a Rossignol. También me inspiro mucho en el cine, de directores como Hitchcock, Tati, Almodóvar o Lars von Trier. De la pintura, mis referencias son principalmente los primitivos flamencos y el Quattrocento. También tengo una gran influencia de la fotografía, y en especial la fotografía escenificada (Erwin Olaf, Desiree Dolron, Gregory Crewdson...)".

Al contario que otros autores, que se sienten cómodos con una técnica, a Lacombe le gusta adaptar su técnica a cada trabajo: "Pinturas de color: guache y óleo sobre papel. Otras técnicas: lápiz, tintas, acuarela. No utilizo siempre la misma técnica; depende de lo que quiero expresar".


Lacombe ha confesado el método de trabajo que usa en otro de sus libros más populares realizado con la técnica pop-up o tres dimensiones érase una vez  "Primero elaboro bocetos para describir la idea del volumen. Trabajo con el diseñador José Pons, que hace las maquetas, luego yo tengo que corregirlas, hasta que sale la maqueta definitiva. Después hay que trabajar sobre el plano y retocar, hacer y rehacer. Es un proceso muy largo y laborioso. Pero muy divertido, porque se da volumen a formas poco realistas que se estilizan con volúmenes muy realistas, poniendo de relieve solo algunos elementos que sirven para realzar el simbolismo y la narración".


Sus proyectos



Actualmente Lacombe trabaja en:  "Una adaptación del cuento alemán Ondine, del que estoy haciendo una versión personal. También tengo en marcha una exposición llamada Memories, de la que se puede encontrar información en mi blog", aunque le gustaría ilustrar muchas otras historias: ¡Muchísimos! Autores de los siglos XIX y XX, como Wilde, Lovecraft..., cuentos de Sébastien Perez, y también mis propias historias. Tengo miles de ideas.



Fuente: Rtve

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