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Otras plumas: Benjamin Lacombe



Benjamin Lacombe (París-Francia, 1982) es uno de nuestros ilustradores contemporáneos favoritos. Autor e ilustrador de una veintena de libros, que han sido traducidos y premiados en todo  el mundo: Los Amantes Mariposa, Genealogía de una Bruja, Cuentos Silenciosos, Melodía en la ciudad… 
Sus creaciones preciosistas, coloristas, melancólicas y repletas de detalles además le han otorgado gran prestigio como usual exhibidor en conocidas galerías de París, Roma, Nueva York y Tokio. Es en la actualidad, una de las sensaciones europeas de la ilustración infantil, también ha sido galardonado en los EE UU y edita sus libros en varios idiomas de manera simultánea. Es uno de esos dibujantes con perfil de estrella del pop que sigue la estela de la línea tenebrista en boga desde finales del siglo pasado.

Benjamin Lacombe


El ilustrador estuvo en diciembre del año pasado en España para presentar dos nuevos álbumes, mantener encuentros con profesionales de este país y firmar ejemplares. Los libros son los Cuentos Macabros, de Edgar Allan Poe, y Blancanieves, de los hermanos Grimm. Ambos están editados por Edelvives.




La fantasía ilustrada de Lacombe es siempre una sorpresa, aunque el artista se cuida de que los títulos que ilustra encajen en su ideario de personajes aniñados y soñadores pero de candidez nada simple. Su Blancanieves, por ejemplo, sigue el texto original del cuento, sin los habituales cortes o cambios que se introducen habitualmente para dulcificarlo.

"Morellia"
Los Cuentos Macabros de Poe siguen la traducción castellana de Julio Cortázar e incluyen el celebrado perfil del escritor estadounidense que firmó el simbolista Charles Baudelaire.


Es la primera vez que el joven ilustrador francés de fama internacional visita España, donde ya se habían editado El herbario de las hadas y La niña silencio.  En el primero, que también está disponible como aplicación para tableta, Lacombe relata el casual hallazgo de las hadas por parte de un científico ruso enviado por Rasputín al bosque de Broceliande con la misión de encontrar el elixir de la inmortalidad.
Su obra ha traspasado las fronteras de los libros y se expone con frecuencia en galerías. Ahora está exhibiendo la colección Memoires en París.



Cuentos macabros
Una edición de lujo de los cuentos de Edgar Allan Poe, maestro del terror. Los inquietantes relatos, que se presentan con la traducción de Julio Cortázar, van acompañados de las espectaculares ilustraciones de Benjamin Lacombe. Esta edición única incluye además un texto de Baudelaire sobre la vida y obra de Poe. Contiene los relatos Berenice, El gato negro, La isla del hada, El corazón delator, La caída de la casa Usher, El retrato oval, Morella y Ligeia.
Las fantasías más oscuras que pudiéramos imaginar son las que inventó Edgar Allan Poe en el siglo XIX. Su imaginación era tan desbordantemente horrorosa que aún hoy se recuerda, se reedita y sigue constituyendo uno de los iconos principales de la literatura de terror. Nos sorprendería conocer cuántos escritores desde entonces han visto influencia en su obra por los cuentos y relatos de Poe.
En esta ocasión, Benjamin Lacombe recoge ocho cuentos terriblemente macabros. Cargados de oscuridad, dolor, resentimiento, miedo, imaginación, obsesión, inteligencia y absoluta pasión. Mantiene la traducción de Julio Cortázar, considerada una de las mejores traducciones de la obra de Poe, y le añade algo esencial, la imagen. Cargada de significativa simbología, Lacombe constituye el complemento perfecto a las perversiones de los protagonistas de estos cuentos. El tiempo hizo que un mago de la letra oscura y un ángel del pincel negro se juntaran en nuestro siglo. Este libro es el resultado.

Poe, según Lacombe


"Poe es para mí un autor muy importante. Lo leí cuando tenía 10-11 años, y siempre ha sido un universo muy cercano, con el que me siento muy identificado".
"Tenía miedo de estropear el aspecto fantástico, continúa Lacombe. Por eso no he dibujado explícitamente todo lo que de fantástico hay en los cuentos, sino que he recreado un ambiente, siempre de forma sugerente: he dibujado sombras, manos detrás de una puerta, etc., y he dejado que trabaje la imaginación del lector; no he querido ofrecer yo una imagen explícita, pues la imagen de cada lector será diferente".
"También he dibujado elementos que recrean la época de Poe. El escritor en su tiempo era “contemporáneo” y daba por sentados detalles que el lector moderno puede pasar por alto, y querido reflejar esos detalles en la ilustración. Por ejemplo, he dibujado corsés, para dar idea de cómo era la postura de las personas y que el lector comprenda por qué se mantenían de esa manera, y he dibujado la iluminación de una vela para que se comprenda por qué el ojo del personaje no veía la forma que se encontraba un poco más allá, etc".



La auténtica Blancanieves, según Lacombe

En cuanto a su versión de Blancanieves, Lacombe asegura que: "se trata de una versión auténtica del cuento, que se ha traducido directamente del original en alemán. En ese sentido, el texto no ha resultado especialmente complicado".
"En cuanto a las imágenes, como el cuento es tan conocido y se ha reescrito tantas veces, creo que se ha llegado a crear una versión falsa. En mi versión he procurado volver a la verdad del cuento. Junto con imágenes más narrativas, he insertado también imágenes no narrativas, pinturas que reflejan el aspecto simbólico, lo que subyace en la historia y no tanto lo que todos conocemos. Precisamente porque todo el mundo lo conoce, he trabajado sobre todo el aspecto simbólico".
"En Blancanieves, afirma Lacombe, he usado dos técnicas: el guache con óleo para el color y el lápiz para el blanco y negro. He usado el color para dibujar las imágenes más simbólicas y el blanco y negro para las imágenes más explícitas y narrativas".
"He disfrutado mucho dibujando a la reina malvada de Blancanieves, pues he procurado hacer algo diferente de ese personaje: se transforma en cuervo, es rubia, muy nórdica, al estilo de Nicole Kidman, y con ese aspecto frío que me recuerda a Madonna. Es totalmente opuesta a Blancanieves, que es una niña cándida y morena.






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