Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2015

Dedicatorias

Más o menos con el mismo espíritu con el que Matthew Salinger, de un año de edad, le insiste a un compañero de mesa para que acepte un haba fría, insisto yo a mi editor, mentor y (Dios le ampare) mejor amigo, William Shawn, genius domus de The New Yorker, amante de la probabilidad remota, protector de los poco prolíficos, defensor de los extravagantes sin remedio, el más insensatamente modesto de los grandes editores-artistas natos, a que acepte este librito más bien escuálido.                                                     J.D. Salinger, Franny y Zooey E.E.Cummings tenía una colección de poemas, 70 Poemas, que fue desestimada por varias editoriales. Finalmente, pidió prestados 300 dólares a su madre y publicó el libro con el nombre de No gracias, y lo dedicó a las 14 editoriales que lo habían rechazado. Rizando el rizo, los nombres de esas editoriales formaban una urna funeraria. Esto no es para ti. Mark Z. Danielewski, La casa de las hojas Para Phyll

Errores históricos de traducción

Orígenes hispanos de la toponimia norteamericana  Los topónimos estadounidenses, sobre todo del sudoeste, son un rompecabezas fonético para muchos periodistas y presentadores hispanos, lo que es muy curioso dado que los nombres son, ni más ni menos, de historia, estirpe y ortografía españolas.  La ciudad de Reno, en el estado de Nevada, es un caso muy notorio. La pronuncian generalmente "Rino", aguando la r. Si tuviera que ver con "rinoceronte", santo y bueno. Pero es el caso que debe su nombre al primer animal que vieron los españoles al llegar a esos entornos: un reno (para los anglófilos reindeer). El nombre del gran estado al norte del río Grande o "Grande del Norte" (más conocido en México como río "Bravo"), muchos lo pronuncian "Tecsas" (articulando la equis al estilo moderno). Pero es curioso, ¿verdad?, que a los lugareños nunca les dicen "tecsanos", ¡sino "tejanos"! La grafía con equis, fuente