El gusano de seda estará mañana en las librerías argentinas. Es el segundo tomo de la saga protagonizada por el detective Cormoran Strike, publicado con el seudónimo Robert Galbraith.
"Más vale que se haya muerto alguien famoso de verdad, Strike -dijo una voz ronca desde el otro extremo de la línea. Aún no había amanecido. El hombre corpulento y sin afeitar que caminaba con el teléfono apretado contra la oreja sonrió.
-Por ahí va la cosa.
-¡Son las seis de la mañana, joder!"
¿Usted también quiere saber qué paso? Porque seguramente esa es la intención de la autora de esas líneas, las que abren la novela El gusano de seda, que se publica hoy en España y mañana aquí, donde se conseguirá a 245 pesos, y en toda Latinoamérica. Es el objetivo de J.K. Rowling, que por segunda vez firma un texto policial bajo el seudónimo Robert Galbraith, y que vuelve a poner en escena a Cormoran Strike, el detective que inventó para la primera entrega, El canto del cuco, publicada en 2013.
"Agotado y hambriento, con ese placer que sólo conoce quien ha puesto su resistencia física al límite, entró por fin al local, en cuya atmósfera casi podía palparse la grasa de innumerables huevos fritos con beicon", escribe Rowling escudada en Galbraith. Describe a su protagonista, un veterano de la guerra de Afganistán, que perdió en ese enfrentamiento una de sus piernas y que trabaja codo a codo con Robin Ellacott, un poco su secretaria y otro poco su Watson del siglo XXI. En esta segunda parte de la saga que la autora planifica que tenga siete libros -igual que Harry Potter-, se sabe un poco más del pasado de Strike: es hijo de una estrella de rock que no le prestó demasiada atención y lidia con ese dolor.
En El gusano de seda la esposa del escritor Owen Quine contacta al investigador para que encuentre a su marido, sospechando que, una vez más, se fue por algunos días de la casa. Pero cuando Strike hurga un poco, entiende que la desaparición de Quine tiene más que ver con su último manuscrito inédito, en el que se mete con el mundillo literario londinense: escritores, editores, agentes y críticos pasan por su ojo irónico y, entonces, conviene que ese manuscrito no se publique.
En el primer capítulo del libro que editó Salamandra y que se puede ver en http://file02.lavanguardia.com/2015/03/15/54428991279-url.pdf
Rowling escribe: "Barajó ansiosamente las hojas de papel, algunas de las cuales contenían anotaciones que Strike había añadido de su puño y letra-. ¿De dónde demonios ha sacado esto?". ¿Usted también quiere saber qué dicen los papeles, qué anotó el detective? Y bueno, los policiales son así.
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