Tras la salida al mercado de «Los años de peregrinación del chico sin color», el escritor acaba de publicar un nuevo relato en la revista de su editorial, Bungeishunju.
No ha pasado ni un mes desde que se publicara en España su última novela, Los años de peregrinación del chico sin color, y Murakami ya tiene un nuevo relato en las librerías. Pero sus admiradores aún deberán esperar un tiempo a que se traduzca al inglés o al castellano porque, de momento, sólo está disponible en japonés. Con el título de Drive my car, como una canción de los Beatles, la revista mensual de su editorial Bungeishunju, publicó este sábado un cuento corto que en realidad podría ser casi un librito, ya que se extiende a lo largo de 86 páginas con «kanjis» (caracteres) bastante pequeños.
Al igual que hiciera en 1987 con su mayor éxito de ventas, Norwegian Wood, traducida al español como Tokio Blues, Haruki Murakami vuelve a recurrir al disco Rubber Soul de la mítica banda de Liverpool para inspirar este relato, que lleva el subtítulo de «Hombres sin mujeres». En él cuenta la historia de Kafuku, un actor de unos 50 años que busca un chófer para conducir su coche, un Saab 900 amarillo que tiene doce años y 100.000 kilómetros pero no piensa cambiar porque le encanta abrir el techo solar con independencia de la estación que sea. Como Kafuku necesita ensayar en los trayectos antes de salir a escena, le pide a Oba, el mecánico del taller al que suele llevar su coche, que le recomiende un conductor. A pesar de sus recelos masculinos hacia las mujeres al volante, que también existen en Japón, este le presenta a Misaki, una chica de unos 20 años que recuerda a la Sumire de «Sputnik, mi amor».
Suavidad y destreza
«Es algo rara: muy callada, poco amistosa y fría, además de una fumadora empedernida. Nadie diría que es mona», la describe Murakami, quien encima la afea con un abrigo de caballero de tela, unos pantalones marrones de algodón y unas zapatillas negras. Pero, tal y como había prometido el mecánico Oba, Misaki conduce con suavidad y destreza y no le importa que el viejo Saab amarillo sea manual y carezca de navegador a bordo, por lo que se convierte en la chófer de Kafuku.
Para saber qué ocurrirá entre ambos en sus viajes a bordo del coche, habrá que aguardar a que la historia sea editada en inglés o español o aprender japonés, un idioma que los incondicionales de Murakami deberían controlar para seguirle la pista de su vasta producción literaria más allá de sus novelas. De hecho, Drive my car llega justo después de que, el pasado 28 de octubre, el escritor publicara en la revista The New Yorker un relato en inglés titulado Samsa in Love, en el que un hombre se despierta una mañana convertido en el protagonista de «La metamorfosis». Al igual que los Beatles, el surrealismo kafkiano es otra de las influencias de Murakami, como ya demostró con Kafka en la orilla.
Fuente: ABC
Fuente: ABC
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