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Sinuhé, el egipcio


En sus orígenes, la literatura y la medicina han formado un eslabón indisoluble. El hombre hace más de cinco mil años es igual en esencia, sin embargo, sus pensamientos han evolucionado acordes al entorno del momento histórico.

Desde la creación hemos tratado de explicar en vano innumerables interrogantes, entre ellas dos fundamentales: ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy? A pesar del avance científico, hasta el momento no ha sido posible darles respuesta. Hoy sólo tenemos una certeza: "la muerte", y en contra de ella algunos practicamos la medicina.
Tanto los escritores como los médicos somos seres humanos, vulnerables y en algún momento de nuestra existencia hemos tenido contacto con la enfermedad, el dolor físico y la muerte.

La necesidad de comunicación con nuestros semejantes sobre las dudas, los sufrimientos y las experiencias, personales o ajenas, a partir del proceso patológico puede ser el origen de la inquietud literaria y dar como resultado un texto narrativo que conjunta al enfermo, al médico y a la medicina como partes medulares del conflicto humano, de la continua lucha entre la vida, la enfermedad y la muerte.

En Sinuhé, el egipcio el autor nos traslada al mundo antiguo y sitúa a Sinuhé muy cerca del faraón Akenatón del que se cuenta que intentó una reforma monoteísta que fracasó. Waltari se sirve del viaje para mostrarnos los aspectos cotidianos de aquella época en tierras mediterráneas; la diversidad de costumbres entre egipcios, babilonios, hititas, cretenses… Con minuciosidad nos describe modas, comidas, ritos…  La mirada del autor, es la mirada antropológica del reportero de guerra trasladada a la antigüedad para poner distancia y tras ese parapeto poder expresar, a través de los protagonistas, su filosofía y su pesimista visión del mundo. Con sutil ironía y un agnosticismo respetuoso hace una crítica exhaustiva sobre la corrupción del clero y del poder trasladable a cualquier tiempo. Y lo hace sin pontificar ni excluirse; para Sinuhé, Mika Waltari tiene una mirada filial y compasiva que sin embargo no le exime de sus faltas. El protagonista alcanza el máximo prestigio como médico real y también como médico de pobres, y en sus manos se dirime la vida y la muerte que no distingue cunas ni alcurnias. En su propia piel sentirá el contacto del oro y también el del harapo, su alma experimentará la luz del amor y la negrura de la venganza más abyecta, le veremos elevarse hasta los lúcidos cielos de la ciencia y descender a los peores infiernos etílicos, y a su lado siempre su fiel escudero Kaptab, su esclavo, personaje pragmático que Waltari escoge como la voz del pueblo. Kaptab es quien  sabe moverse en ambos mundos, quien vive una vida prestada, -la que le depara su amo-, el que allana el terreno a la “aristocracia” representada por el médico que aún sin dinero sigue siendo venerado por su poder de dar vida y quitarla; Kaptab es el “siervo” que se ocupa de resolver todos los asuntos prácticos y vitales que el amo obvia. 

La novela histórica ha sido un género literario que también ha dado cabida a estas inquietudes fundamentales de la existencia. Escrita en 1945 por el finlandés Mika Waltari (1908-1979) y traducida a múltiples idiomas, entre ellos el español, esta novela  probablemente sea desconocida por las jóvenes generaciones de médicos por haber dejado de ser un best-seller hace tiempo.
La novela se divide en XV libros o capítulos narrados por el personaje principal: Sinuhé, médico de profesión. En la ficción el autor entrelaza temas míticos, políticos y médicos desde el plano histórico de la antigua cultura egipcia.

A lo largo del texto existe una sobrada reiteración por el sol ardiente, el calor del desierto y las remembranzas del Nilo -probables añoranzas de quien ha padecido el inclemente frío de Finlandia. Mika Waltari, apasionado por el estudio de la cultura egipcia, se documentó exhaustivamente a lo largo de 10 años antes de escribir la obra.

La ubicación temporal del drama es la época de la construcción de las grandes pirámides símbolos de aquella gran civilización-, tiempo de crisis por el cisma religioso ocasionado por la iniciativa faraónica de instaurar una religión con un único dios: Atón. Enmarcadas en este caos político y religioso se narran intrigas, revueltas, destrucción y muerte.

El espacio narrativo no se limita a la cultura egipcia; engloba a otras civilizaciones contemporáneas de esplendor en la edad antigua: la cretense, la babilónica, la mesopotámica, la asiria, entre otras, y con un toque humano lleva la intensidad ficticia a espectos históricos de la medicina.

El libro I, "La cesta de cañas", introduce al lector al mundo mágico de la antigüedad. En este capítulo, Sinuhé externa en tono elegiaco los principales conflictos del hombre: consigo mismo en su búsqueda de identidad, y con el Creador, en la búsqueda de su origen. Narra cómo es encontrado por su madre adoptiva en una canastilla de juncos que flotaba Nilo abajo, tal Moisés bíblico, y rinde homenaje con afecto, nostalgia, admiración y gratitud al padre que lo acogió -un excelente médico de la gente menesterosa-. De igual forma, describe cómo surge su pasión por las letras, al encontrar en ellas una actividad que le permitirá trascender en la comunicación consigo mismo.

... Yo Sinuhé, hijo de Semmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses... porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí solo...

De "La casa de la vida" (libro II) hasta "Horemheb" (libro XV), el autor enfrenta al lector a una acción intensa de secuencia cronológica apegada a hechos históricos, para llevarlo al clímax narrativo donde eslabona las historias políticas como origen de los conflictos sociales que afectan directamente al hombre. En el epílogo, Mika Waltari resuelve literariamente el conflicto de la humanidad: partir de un origen para retornar a él.

Sinuhé se desenvuelve en los círculos más altos de la nobleza, con las limitaciones impuestas por su desventajoso origen incierto, las que contrarresta con su gran capacidad. El cuestionamiento continuo sobre la falta de objetividad del conocimiento adquirido en la Casa de la Vida le permite encumbrarse temporalmente: más que un médico real se convierte en un consejero. Sin embargo, esta misma actitud inquisitiva es la que lo lleva al manipulado desprestigio social y lo obliga a retraerse en sus orígenes.

La descripción del entorno médico fluye anecdóticamente acorde con la transformación del propio Sinuhé: evoluciona desde el terreno mágico-religioso hasta el empirismo racional producto de la experiencia. Sinuhé se inicia con los conocimientos médico-míticos observados en la práctica paterna; como cualquier ser humano adquiere figuras referentes que lo marcan para el resto de la vida; el más valioso, su padre, simboliza la honestidad y lo sigue a lo largo de su historia. En "La Casa de la Vida" aprende que el hombre en círculos cerrados se mueve en función de pasiones para la obtención de poder. Esas enseñanzas derivan en un confrontamiento intelectual y personal producto de la introspección, la reflexión y la ponderación de valores.

Para mostrar la vinculación entre literatura y medicina y destacar qué tan importante puede ser un fenómeno literario en la generación de un concepto, es necesario volver al texto. Un discurso narrativo convincente como el de esta novela difundió la idea de que en la cultura egipcia se realizaban trepanaciones

... Entre los espectadores se encontraban además de los maestros de la Casa de la Vida numerosos estudiantes que se preparaban para ser trepanadores... Pathor se ocupó del esclavo que, sólidamente amarrado, lanzaba miradas enfurecidas, pese al estupefaciente que había tomado... después de haber limpiado el cráneo... mostró a todos los asistentes el sitio del hueso... Utilizando el trépano, la sierra y las pinzas, levantó un trozo de hueso grande como la mano y mostró a todo el mundo cómo la sangre coagulada se había adherido a los pliegues blancos del cerebro... La operación fue bastante larga... Enseguida cerró el agujero con una placa de plata que se había preparado entretanto con el modelo del hueso retirado y la fijó con unos pequeños garfios. Después de haber recosido la piel del cráneo y cuidado la herida dijo: -Despertad a este hombre. En efecto casi había perdido el conocimiento. Se desató al esclavo, le vertieron vino en la garganta y se le hizo respirar algunos medicamentos fuertes. Al cabo de un instante se sentó y empezó a lanzar maldiciones.

En las memorias de un congreso de neurocirujanos, publicadas en una revista médica (1998) internacional, un experto expresó su opinión sobre este fragmento: 

... Este relato literario de Mika Waltari es pura ficción, sin confirmación histórica. Por el contrario siempre ha llamado la atención de los arqueólogos el no encontrar cráneos trepanados en las excavaciones egipcias a pesar de haberse desenterrado miles de momias en perfecto estado. Tampoco en el papiro de Smith, 700 años a.C, que es copia de un tratado de cirugía muy anterior, no se habla de la trepanación en ningún capítulo...

Efectivamente, en un texto narrativo del género de la novela histórica, las situaciones son ficticias y es de suponerse que Mika Waltari no pretendió realizar un texto de consulta médica sobre la historia de las trepanaciones. Sin embargo, al disentir entre los hallazgos científicos y la anécdota de la novela, el entrevistado soslayó la convergencia entre medicina y literatura.

Los conocimientos al ser analizados necesitan pasar por el tamiz de la unidad histórica social, cultural y política en que fueron generados y con ello darles sustento sólido al juicio emitido. Sólo es una novela y aunque el autor se documentó sobre los temas que abordó, en ningún momento puede calificarse como un libro de texto médico.

En la medicina egipcia antigua se distinguieron dos tendencias: la mágico-religiosa, que incorporaba elementos muy primitivos, y la empírico-racional, basada en la experiencia y en la observación. Los procesos menos accesibles eran tratados por los sacerdotes con hechizos y encantamientos. Es a partir de la III dinastía que el médico surgió como una forma primitiva de científico y en este punto el autor -en voz, psicología y personalidad de su personaje principal- se apega correctamente al carácter de la medicina de la época. Tras largos años de formación los egresados aprendían el valor de las drogas, algunas de las cuales todavía son utilizadas. En el terreno anatómico, los egipcios, a pesar de los embalsamamientos, no aportaron grandes conocimientos y sólo intentaron técnicas de cirugía menor.



Como en Correctores en la red nos interesa la literatura, queremos recomendar esta novela sobre todo por su valor literario además del documental. Al igual que en Yo, Claudio o en El Conde Belisario de Robert Graves, la reconstrucción de época y las virtudes del narrador de 
Mika Waltari en Sinuhé, el egipcio son impecables e inolvidables, así que para aquellos que aún no lo conocen vale la pena recorrer sus páginas. Como corolario es interesante ver la adaptación al cine de 1954 de Michael Curtiz.










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Comentarios

  1. Mi novela favorita cuando tenía 15 años. Hace un par fui a buscarla a La casa del libro y estaba descatalogada... Qué poca memoria y cuánto best-seller que no se debería vender.

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  2. Excelente novela. La leí hace tres años.
    Por su estilo y documentación, me recordó a "EL nédico" de Noah Gordon.
    Muy buena reseña.
    Saludos.

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  3. Para sus estadísticas, llegué a este blog a través del enlace publicado en el grupo Club de Letras de Linkedin.
    Lo enlazo a mi blog.
    ¡Saludos!

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  4. ¡¡Gracias por comentar!!
    Sinuhé, el egipcio es un libro fascinante, sin lugar a dudas; hay una edición de bolsillo de Mondadori muy buena, ojalá la puedan encontrar en librerias o en bibliotecas públicas.
    Los esperamos en el Blog con mucho gusto, también estamos en Facebook!!
    Cariños

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  5. Muy interesante la reseña literaria.Leere esta novela de este prestigioso escritor nórdico.Se agradece la recomendación.Un gran saludo.

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  6. Como ya dijeron, una novela fascinante, de las que te meten dentro de la historia. Yo la tengo de una muy buen colección de novelas históricas "El Egipto de los faraones" de Planeta DeAgostini. Con respecto a la peli, no sé si animarme a verla, ¿algún cinéfilo puede afirmarme que no la arruina?

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  7. Gracias Maxim por comentar. La película es recomendable sobre todo porque mantiene la magia de las grandes producciones del viejo Hollywood, una gran superproducción, sin dudas. El director es el mismo de Casablanca, en su momento, el film no tuvo muy buenas críticas, pero de todos modos no deja de ser una experiencia interesante verla.
    Cariños

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  8. Oye esto es de un articulo en internet :|

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