Ir al contenido principal

Usos de ...¿Qué?

Diferentes usos y funciones de que


Tónico (interrogativo-exclamativo)
Pronombre

Tiene las funciones propias del sintagma nominal, con o sin preposición:


Sujeto: ¿Qué ha ocurrido?
Complemento directo: ¿Qué me has dicho?
Atributo: ¿Qué es eso?
Suplemento: ¿De qué me hablas?
Complemento indirecto: ¿A qué dedica el tiempo libre?
Complemento circunstancial: ¿Por qué haces eso?
Adyacente preposicional: ¿En nombre de qué actúas así?
Determinante. Puede determinar a cualquier sustantivo, masculino o femenino, singular o plural: ¿En qué libro lo has leído? ¿A qué hora quedamos? ¡Qué niños más traviesos! ¡Qué cosas se te ocurren!


Átono
Pronombre relativo

Admite cualquier antecedente, masculino o femenino, singular o plural, o neutro. Puede tener como antecedente, incluso, un adjetivo o un adverbio: ¡Lo listo que es! ¡Hay que ver lo tarde que has llegado! Además de su función como nexo subordinante, desempeña en la oración de relativo la función sustantiva que le corresponda:

Sujeto: El empleado que me atendió era muy amable
Complemento directo: Eso que dices no es cierto
Atributo: Por muy barato que sea ese coche, no lo compro
Suplemento: Este es el libro de que te hablé
Complemento indirecto: Los asuntos a que te dedicas no son muy legales
Complemento circunstancial: El pueblo en que nací es pequeño
Adyacente preposicional: Prestadme toda la atención de que seáis capaces


Nótese que, en los casos en que es necesaria la preposición, esta afecta sólo al relativo y no a la oración completa; en estos casos, es frecuente anteponer al relativo el artículo con el género y el número del antecedente: el libro del que te hablé, los asuntos a los que te dedicas, el pueblo en el que nací, toda la atención de la que seáis capaces. Cuando se omite el antecedente, la oración queda sustantivada y se le antepone el artículo: el que me atendió, lo que dices. 

Conjunción
Oraciones sustantivas

Las proposiciones subordinadas sustantivas pueden llevar como nexo subordinante la conjunción que: Te repito que no lo sé, No tengo ganas de que me molesten. 
Cuando la función desempeñada por la proposición subordinada exige la presencia de una preposición, esta afecta al conjunto de la proposición.
En ocasiones, principalmente cuando funciona como sujeto, la proposición sustantiva puede llevar artículo (en la forma de masculino singular): No soporto el que me lleven la contraria; no hay que confundir este uso con la sustantivación de oraciones de relativo.

Oraciones adverbiales
Comparativas

Las proposiciones comparativas de superioridad e inferioridad suelen llevar como nexo subordinante la conjunción que: Mi trabajo es más duro que el tuyo, Este camino es menos peligroso que aquél.

Consecutivas
Las proposiciones consecutivas intensivas llevan también como nexo la conjunción que: Llegué tan tarde que ya no había nadie.

Otras adverbiales 
Muchas proposiciones adverbiales llevan como nexo de subordinación una locución conjuntiva que incluye la conjunción que: Te lo digo para que lo sepas; Ya que me lo pides, lo haré. 
Algunas han llegado a formalizarse como conjunciones: porque, aunque. En el habla coloquial es frecuente utilizar la conjunción que en casi todas las proposiciones adverbiales: No te subas ahí, que te vas a caer (causal); Acércate, que te vea bien (final) Anunciativa-intensiva También en el habla coloquial, es frecuente el uso de la conjunción que a comienzo de frase a manera de muletilla o para reforzar lo que se dice: —¿Es hoy el examen? —Que no, que es mañana. En ocasiones, este uso puede entenderse como transpositor de una proposición subordinada con verbo principal decir elíptico: ¡Que vengas! ("Te digo que vengas") 

Comentarios

Entradas populares