Una lengua puede tomar palabras de otra en cualquier momento y en cualquier situación, pero generalmente esto —que en lingüística se llama préstamo— ocurre con peculiar intensidad cuando los hablantes de ambas lenguas entran en contacto, ya sea por guerras, incremento de las relaciones entre diferentes áreas o por un aumento del comercio entre países o regiones. Así, el latín ibérico adquirió una buena cantidad de palabras germánicas cuando los bárbaros llegaron a la Península Ibérica en el siglo IV, o a partir del siglo VI, cuando los primeros invasores árabes llegaron por el sur.
También hubo abundantes casos de adquisición léxica con el crecimiento de las relaciones comerciales en Europa que viene ocurriendo del Renacimiento, y que propició el ingreso a la lengua de italianismos como archipiélago, bagatela, gaceta, miniatura o galicismos como desapercibido, bastardo o edecán. Más recientemente el inglés inundó las principales lenguas, el español incluido, con un torrente léxico proveniente principalmente de la tecnología.
En estas líneas se plantea la hipótesis de que el neologismo americano relacionamiento, que casi no tuvo uso en nuestra lengua hasta mediados de los años setenta, tuvo origen en el vocablo brasilero relacionamento. Esta palabra, desconocida por todos los diccionarios de español consultados, irrumpe en forma explosiva a partir de esa época principalmente en Paraguay y Uruguay, dos países pequeños y fronterizos con Brasil. Desde los años setenta hasta el comienzo de este siglo, el número de casos de esta voz hallados en el corpus NGrams empieza a crecer vertiginosamente hasta situarse un 2.000% por encima del comienzo del período estudiado.
La activación del uso de este término coincide con el comienzo de una era de integración económica, política y cultural en la región, que ocurre cuando Brasil empieza a abandonar su aislamiento continental y mirar hacia sus vecinos de América Latina a partir de las primeras negociaciones tendientes a la creación del Mercosur.
El sufijo -miento es, junto con -ción, uno de los más productivos en español para la formación de sustantivos deverbales, como como fingimiento, de fingir; estacionamiento de estacionar o acatamiento, de acatar. Cabe observar, empero, que relacionamiento, por ser un préstamo de otra lengua no es un sustantivo proveniente de relacionar, sino que se forma como alargamiento de relación, aunque con ligeras diferencias semánticas que se corresponden con el portugués.
Relacionamiento equivale a relación pero solo cuando se trata de personas, organizaciones, sistemas o países. No hallamos ningún caso referido a animales, pero se podría emplear cuando estos son referidos como personas. Tampoco sustituye a relación en los sintagmas en relación con ni con relación a.
El vocablo portugués relacionamento tiene en esta acepción la misma delimitación semántica: ni en portugués ni en español se podría hablar, por ejemplo, del relacionamento / relacionamiento entre los números primos ni entre los términos de una ecuación, pero sí del relacionamento entre Gerson y Jacira.
En el portugués de Brasil esta voz es hoy de uso cotidiano, mucho más frecuente, por tanto, que en el español general y en el portugués general. Sin embargo, con la denotación de 'relación entre personas' su aparición se sitúa hacia mediados del siglo XX (Houaiss). En el corpus de la universidad Brigham Young (corpusdoportugues.org), no hay casos de relacionamento anteriores al siglo XX.
En español, en el Corpus de Referencia del Español (CORDE) de la Academia aparece un único caso de relacionamiento, fechado en 1903, que descartamos por su aislamiento diacrónico. En el corpus sincrónico (CREA), en el que hallamos ocurrencias de los últimos veinte años, relacionamiento aparece con muy pocos casos, excepto en Paraguay (27) y Uruguay (21), según podemos ver abajo (búsqueda del 13/8/2011):
CREA
En la Argentina 5 casos, 2 fuentes, 1991.
En Bolivia, hay 5 casos en cinco documentos, desde 1997.
En Chile, hay un caso de 1990, en un texto de economía y otro de prensa.
En Costa Rica hay un único caso, de prensa, en 2003.
En Cuba hay dos casos en un mismo documento, de 2002.
En Ecuador hay tres casos, en un mismo documento, de 2001.
España 1 caso, 1999.
Guatemala, 1 caso, 1997.
México 2 casos en 1 documento, 1990.
Paraguay 27 casos en 22 documentos, desde 1993 (12 casos de oralidad sin fecha).
Uruguay 21 casos en 19 documentos, todos en la prensa.
En los demás países no aparece ningún caso. Relacionamiento tampoco aparece en ninguna de las 2.333 páginas del Diccionario de americanismos, presentado por la Asociación de Academias de la Lengua Española (Santillana, Madrid: 2010
En el corpus de books.google.com, buscable en ngrams.googlelabs.com, aparecen casos muy aislados de relacionamiento hasta fines de los años setenta, cuando el número de ocurrencias empieza a aumentar hasta multiplicarse 20 veces hacia el comienzo de este siglo, coincidiendo con el auge del Mercosur.
Fuente: Ricardo Soca
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