La Fundéu, en su análisis diario del uso del español en los medios de comunicación, ha detectado usos contradictorios de la fórmula solución de continuidad.
En esta locución, la palabra solución se emplea en el sentido de 'disolver'. La solución de continuidad es, pues, 'la disolución', 'la ruptura', 'el corte de la continuidad', y así lo define la Academia: 'Interrupción o falta de continuidad'.
En medicina se dice, por ejemplo, que «Herida es toda solución de continuidad en la cubierta cutánea», es decir, aquello que interrumpe la continuidad de la piel.
Pero hay quienes entienden la expresión justamente al revés, quizá porque, como solucionar significa 'solventar una dificultad', piensan que lo que quiere decirse con solución de continuidad es solventar los problemas que puedan interrumpir la continuidad.
De este modo, nos encontramos con formulaciones erróneas como «Está previsto que el proyecto tenga solución de continuidad en el resto de los cursos de la licenciatura en Derecho» (para indicar que el proyecto continuará en esos otros cursos) o «La construcción se hará en solución de continuidad; esto es, la construcción, llenado y cubrición de la celda constituirán una secuencia ininterrumpida de trabajos de obra».
El mismo error se encuentra en ofertas de empresas que garantizan a sus clientes que, gracias a los productos que les ofrecen, podrán desarrollar su actividad sin interrupciones en situaciones de crisis: «IBM desarrolla la solución de continuidad y recuperación que mejor se adapta a sus necesidades» o «Solución de continuidad para pymes». En estos casos lo que se quiere ofrecer es una ayuda para garantizar la continuidad, pero al utilizar la expresión a la que nos referimos sin saber lo que significa se está diciendo todo lo contrario.
Por ello, la Fundéu recomienda utilizar solución de continuidad única y exclusivamente cuando se quiera decir que la continuidad se interrumpe.
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