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Literatura grecolatina



Dante
La historia grecolatina se refiere fundamentalmente tanto a la historiografía antigua elaborada por autores griegos y latinos, como al moderno estudio de los acontencimientos históricos en la antigua Grecia e Imperio romano. La historiafía occidental moderna nació con los escritos de autores clásicos que tomaron la historia como un género literario, siendo todavía hoy la historia grecolatina una parte relevante de la historiografía.
La literatura griega posclásica
Con la unificación de Grecia bajo el poder macedonio, a finales del siglo IV a. C, acaba el periodo clásico de la cultura griega y empieza el periodo helenístico o alejandrino, en honor a Alejandro Magno.
En la poesía lírica helenística, culta y erudita, destacan:

Calímaco (310-240 a. C.), original revisor de los mitos.
Teócrito (310-260 a. C.), cuyas breves y refinadas escenas dialogadas entre pastores crean el subgénero de la poesía bucólica.
La poesía épica está representada por Las argonáuticas de Apolonio de Rodas (295- 215 a. C.), que narra las aventuras de un grupo de héroes, capitaneados por Jasón, en busca de la piel de un carnero de oro, el vellocino, que obtendrán gracias a la maga Medea.
Bajo dominación romana destacan dos grandes prosistas griegos:
Plutarco (50-120), autor de una obra muy leída en todos los tiempos, las Vidas paralelas, biografías emparejadas de personajes griegos y latinos.
Luciano (125-192), dotado de un agudo espíritu crítico e influido por la filosofía cínica, describe los vicios y vanidades humanas. De su amplia obra, destacan los Diálogos.
La aparición de la novela
La novela surge como género narrativo derivado de la épica, pero con notables diferencias respecto a ésta:
Se dirige a un público urbano, no aristocrático.
Se escribe en prosa, al destinarse a la lectura y no a la recitación.
La trama se complica con historias secundarias y descripciones.
El destino de los personajes no se basa en la voluntad de los dioses, sino en el azar, a veces casi inverosímil.
Las primeras novelas aparecen en Grecia durante el siglo I a. C. en forma de un subgénero, más tarde denominado novela bizantina, que se centra siempre en el amor de dos bellísimos jóvenes, enamorados y castos. Por diversas razones, deben emprender un viaje repleto de peripecias (naufragios, raptos, etc.) que les obliga a separarse. Tras numerosas aventuras y conocer a otros múltiples personajes, se produce el reencuentro y el final feliz.
La novela más famosa de todas es Las etiópicas de Heliodoro (siglos III o IV), modelo del género por su verosimilitud y planteamiento narrativo, pues comienza en medio de la acción (in medias res) para ir revelando poco a poco todo lo sucedido.La novela latina presenta, en cambio, un carácter misceláneo, que da cabida a lo picaresco, lo fantástico, lo obsceno, la parodia, etcétera:
El Satiricón, de Petronio (siglo I), que se conserva incompleta, relata el vagar de tres amigos por el sur de Italia, sobreviviendo a base de engaños y artimañas.
El asno de oro, de Apuleyo (siglo II) narra cómo el joven Lucio, víctima de un hechizo fallido que le transforma en asno inteligente, pasa por varios amos y diversas aventuras, antes de recobrar su forma humana. En la trama hay numerosos relatos intercalados.
Otras novelas en griego y en latín se basaron en hechos y personajes reales o supuestamente históricos (la guerra de Troya, Alejandro Magno, el rey Apolonio). De gran popularidad, darán origen a varias obras romances medievales.


Obras

Plauto, Menandro (342-292 a. C.) es el mayor creado de esta Comedia Nueva. Los papiros han sacado a la luz una de sus obras completa, Díscolo, y extensos fragmentos de Aspis (‘escudo’), Georgos (‘campesino’), Dis exapaton (‘el que engaña dos veces’), Epitrepontes (‘arbitraje’), Colax (‘adulador’), Misumenos (‘odiado’), Perikeiromene (‘trasquilada’), Samia, Sicionio. La pérdida de su obra se debió a su exclusión de la lista de las escuelas griegas del siglo V d. C. y posteriores, en gran parte porque su lengua no era el griego ático clásico, sino más bien la koiné. Sus obras se sitúan en la Grecia contemporánea, generalmente en Atenas o en la campiña que la rodea. Las tramas conciernen a las vidas privadas de familias acaudaladas, con el enredo amoroso como tema importante, pero no siempre central. Los personajes eran, con mucha frecuencia, convencionales: el chismoso, el cocinero engreído, el soldado fanfarrón, el padre colérico, el esclavo astuto pero cobarde, la prostituta de buen corazón. Las tramas son emocionantes y hábilmente entrelazadas, y el diálogo es muy rápido, casi siempre agudo e ingenioso. A través de las adaptaciones de los comediógrafos romanos Plauto y Terencio, Menandro influyó profundamente en el desarrollo de la comedia europea. Además de Menandro, conocemos los nombres de otros representantes de la Comedia Nueva, entre los que destacan Filemón y Dífilo.

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